Diez años del disco debut del Dúo Desalma
Detalles técnicos y anécdotas de la grabación del, hasta ahora, unico long play del Dúo Desalma, grabado en 2013.
En 2023 se cumplieron 10 años de la salida del primer disco del Dúo Desalma. Comenzó el 2024 y no es que nos hayamos olvidado de celebrarlo. A decir verdad, lo celebramos un año antes: en 2022 nos juntamos de nuevo en un estudio para grabar In The City – Cover Say No More: un simple con dos versiones (una stereo y otra en mono) de la canción de Charly García «In The City That Never Sleeps» grabada originalmente por él en disco Kill Gil, un álbum que no está en Spotify. Aunque esa es otra historia… vamos a lo que toca hoy!
No puedo decir que el aniversario corresponda al primer disco grabado junto con mi esposa, Noe Gerbaudo (la otra mitad del dúo) ya que aún no nos habíamos casado. Tampoco fue el primer disco que grabé con ella, porque antes hicimos Concierto a domicilio, un álbum solista… en el que solo participamos ella y yo.
Aspectos técnicos
Concepto estético
Es un disco entre acústico y experimental, aunque bastante convencional. No tiene muchos temas, podría editarse en vinilo. Viene «envejeciendo» muy bien ya que no tiene sonidos demasiado electrónicos. Para las bases usamos instrumentos «reales», es decir, la batería, la percusión y el bajo no se hicieron con teclados, aunque sí «meti tecla» para mandarme algún solo de guitarra eléctrica imposible.
La portada es una selfie que nos tomamos en un kiosco de revistas graffiteado que encontramos en la esquina de Av. de Mayo y Av. 9 de Julio, en la Ciudad de Buenos Aires. La retoqué un poquito con GIMP para darle un aire a collage de cuaderno, quería su aspecto fuese artesanal como la música que contenía. El logo lo diseñamos nosotrxs.
Aunque no fue planificada, la gran cantidad de covers hoy me recuerda a los primeros discos de los Beatles. Noe estaba descubriendo a Serú Girán, tenía sus entradas para ir con Mariano Roveta -invitado en el disco- a un show de Norah Jones y asistió al concierto de las Bandas Eternas de Luis Alberto Spinetta. Todo eso se respira a lo largo del CD.
Equipos de grabación
Lo grabamos y mezclamos entre 2010 y 2013 en el viejo Estudio Grabarte Bs As, con un equipo muy, muy, humilde: la misma mesa SoundTech ST122T, el preamplificador Berhinger MIC100 y el micrófono Berhinger C1 con que trabajé para varios discos de Ignacio Copani. Para las baterías, nada más que un par estéreo muy antiguo electret TEAC y un dinámico Samson para bombo. Las demás percusiones, las grabé directamente con el C1. Como amplificador de guitarra eléctrica usé el único que tuve en mi vida: un AriaPro2 de 30w que me trajeron los reyes en alguna navidad de los años ’90 y que años después envié a FW Sound para que lo metiera en una enorme caja de madera que le dio un sonido único que extraño bastante. Los monitores del estudio fueron construidos a medida, también por FW Sound. Ninguno de los dos equipos fueron reemplazados cuando mudamos aquel estudio.
Procesadores de sonido
Salvo por el Berhinger MIC100, al que yo le había puesto una válvula mejor que la de serie, y el color -y ruido insorportable e interferencias de radio FM- de los preamplificadores y ecualizadores de la SoundTech, Grabarte era un estudio «in the box» y los procesadores que usábamos, básicamente, eran la Classik Studio Rerverb de IK Multimedia y los compresores, limitadores y ecualizadores de Cakewalk Sonitus. Nunca fui de procesar las voces, sólo les metía reverb. No usamos Melodyne, ni auto-tune, ni ninguna de esas chorradas. Y -esto ya era mi sello característico- nada de compresor en las voces: siempre preferí hacer una automatización de volumen manual, sílaba por sílaba. Tampoco usaba puertas de ruido: prefería borrar «a mano» cada silencio y respiración. Trabajé así incluso los discos de Copani.
Instrumentos musicales
Los instrumentos que usamos fueron los que yo tenía, los mismos que en mis discos solistas hasta entonces: una batería luthier con platillos muy malos, algo mejorada gracias a un redoblante Remo bueno, con buenos parches, un bajo Yakinowa blanco de cartón prensado, ¡lo juro!, -que años unos más tarde utilizó Yamil Fernández para la presentación en El Emergente de mi disco Cooltura-, una acústica Fender de 12 cuerdas, otra de 6 marca SX de Noe, mi célebre teclado Roland W-30 como controlador midi –al que había que hacerle limpieza de banda una vez por mes- y una Epiphone Les Paul, también de Noe. Mis guitarras eléctricas no salieron de sus fundas para la grabación de este disco: aquella Epiphone sonaba increíble. También metimos juguetes como armónica, panderetas, eggs, tuppers con arróz… En cuanto a los instrumentos virtuales que disparé vía MIDI con el Roland, utilicé un Yamaha CP-70 Completamente sampleado, un Minimoog gratuito y el worskstation Dimension Pro de Cakewalk que venía preinstalado en el secuenciador que usamos desde 2003 hasta 2013 y que tenía todos los sonidos que podía llegar a necesitar. Mariano Roveta, tecladista invitado en San Francisco y el lobo utilizó un sintetizador Korg con el que tiró piano y bandoneón. Y Mariano Calabró metió una guitarra criolla Alpajuarra en Lira Lá (Luces).
Por cierto, parte del disco se grabó entre sesión y sesión del álbum Llevo en mis oídos de Ignacio Copani. De hecho utilicé el piano sampleado CP-70 en su canción No voy a cambiar y los inscrumentos orquestales del Dimension Pro disparado desde las teclas del W-30 en los arreglos orquestales que compuse para Inmortal. Para una de las sesiones Ignacio invitó a Noe para los coros del tema que da nombre al CD y todavía me emociono cada vez que lo escucho. Algún día escribiré las anécdotas de la grabación de aquel disco, uno de los más felices de mi carrera como técnico.
Memorias de la grabación
Componía poco y fumaba mucho
Voy a narrar este disco desde mi experiencia, porque al ser un dúo mi voz no puede representar los recuerdos y sensaciones de la otra mitad. A medida que pasa el tiempo olvido detalles. Recuerdo más cosas de discos anteriores, aunque esto tiene que ver con un momento de la vida muy particular que yo estaba atravesando cuando hicimos este.
Fueron pocas las bases de los temas de este disco que se grabaron antes de una crisis emocional profunda que tuve, producto del fallecimiento prematuro de mis padres. Aquel acontecimiento fue bastante caótico aunque hoy me doy cuenta que por aquellos años grabé 2 discos en simultáneo: Concierto a domicilio y este. Lo que pasa es que Dúo Desalma al principio no fueron más que simples que luego convertí en un disco. Puestos en perspectiva: Concierto a domicilio fue mi duelo, casi un compromiso que no quise dejar inconcluso -mi madre había seleccionado las canciones- mientras que Dúo Desalma fue una terapia de sanación.
Empezó como un juego. Grabábamos simples, casi todos covers o versiones de canciones que nos gustaban. Alguna también compuse, aunque parte mi estado anímico en ese momento no me inspiraba canciones que pudieran mostrarse. Componía poco y triste. Y fumaba mucho, algo que se notó en la grabación de mis voces aunque la verdad es que yo había decidido que cada uno hiciera lo que mejor sabía. Yo sabía grabar discos, meter muchos instrumentos, efectos, producir la cosa, digamos. Venía muy influenciado por la «Wall Sound» de Phil Spector o, peor por el Charly García de la época de la «Maravillización» . Aún así, salvo en los temas más experimentales del CD, diría que el resultado fue bastante ordenado. Y Noe era LA VOZ. Por eso, yo había decidido que en el dúo ella sería la voz principal. Mi «Nito Mestre» le dije. Así, todas las canciones fueron grabadas en tonalidades más propicias para ella que para mí. En 2011 dejé de fumar aunque aún hoy no creo que pueda cantar la voz principal de la mayoría de estos temas, ni siquiera por la edad, sino por el registro, está claro.
Cuando me di cuenta que teníamos un buen número de canciones, decidí que esto iba a convertirse en un disco. Ese era el momento en el que yo empezaba a toquetear todos y cada uno de los temas grabados, buscando cierta uniformidad. Cuando mis discos eran, como en este caso, fruto del azar y la circunstancia, necesitaba borrar y meter cosas para poder escucharlos de principio a fin como si fueran una película, sin aburrirme. Creo que sorprendió bastante a Noe el hecho de que yo quisiera publicar este material.
Yo era bastante dictador como productor de mis discos: «Esta toma es la correcta « decía yo y a otra cosa, y eso no suele importar al artista cuando está grabando un coro… aunque cuando se trata de voces principales lxs artistas suelen tener sus propias percepciones, y cuando no coinciden con las del productor… comienzan las discusiones… yo diría que nos divertimos un 80% y que hubo un 10% de momentos para el olvido, por culpa mía por supuesto, y otro 10% de malhumor mío durante la mezcla: para que el disco saliera Noe me hizo remezclar las voces como mil veces. Bien que hizo. Agradezco que haya perdonado mi falta natural de tempo, algo con lo que se pondría más rigurosa en producciones posteriores.
Sinestesia
Debido a que había sido concebido también como estudio de radio, el techo y las paredes del viejo Grabarte estaban revestidas por completo con un material acústico, que era de color gris oscuro y no había ventana (o había, aunque estaba cubierta por el mismo material y se abría una vez cada muerte de obispo). Eso hacía que el ambiente fuera cálido, acogedor, aunque muy oscuro. Por comodidad, yo no hacía música en casa… en esa época vivía dentro del estudio, ya que todos mis instrumentos estaban ahí, así que componía y grababa ahí dentro. Comprendo a los artistas que cuando escuchan un disco recuerdan la cocina donde los hicieron, sea el lugar donde compusieron las canciones o dónde las grabaron. Yo no pienso en la cocina. Cuando escucho a Los Beatles no los imagino cantando en el techo de Apple. Para mi escuchar cualquier disco, incluso los míos, es como ratatouille: me evoca a otras cosas, la infancia, no sé, la canción me lleva. En ese sentido, pese a que Dúo Desalma se grabó en un sitio con donde siempre era de noche, este disco es pura luz. A penas tiene un par de momentos oscuros, en el sentido más sinestético de la palabra: I will survive y Los libros de la buena memoria. El resto es pura mañana de paseo por el parque.
Tema por tema
El oso
Yo venía de haber cantado esta canción como invitado de Copani en el CCK, cuando aún se llamaba Museo del Bicentenario, y tenía ganas de grabarlo. Y Noe me hizo escuchar la versión de Fito Paez de Piojos y piojitos. Hicimos esa versión. Lo canté muy mal (también en el CCK). Noe quedó divina.
Todas las hojas son del viento
Mi favorita. Fue la tercera canción que grabamos en el estudio. Es una versión muy particular, tiene mucho amor, amor de novios. Huele a comida calentita al mediodía. Hoy me parece mentira pensar que Spinetta aún estaba vivo cuando la grabamos, al igual que el otro cover que hicimos de él.
Junk
Puro capricho mío. Amo el primer disco de Paul y siempre quise grabar este tema exactamente igual al original. Me di el gusto.
Quien diría
Esta canción, y más esta grabación, es muy especial porque cuenta con un invitado inesperado. Al final de la canción se escucha a mi papá -quien me llamaba «Mariano»- irrumpir en la sala para avisarme que iría a buscar a mamá. Cuando comencé a grabarlo, mamá y papá estaban vivos. Cuando lo terminé, ya no. Noe compuso la letra y la melodía del puente que dice «Quien diría que son de esas cosas que nunca terminan…».
Desalma
Noe vino por primera vez al estudio, me mostró esta canción suya y yo le mostré como funcionaba la grabación multitrack. Ella solita fue grabando canal por canal cada uno de los instrumentos. En algunos casos, como la batería y el bajo, yo le mostraba un patrón y ella lo copiaba, aunque no hay ni un dedo mío en toda la grabación. Si no dijera «Dúo Desalma» bien podría venderse como un simple solista de ella. Es como su «Yesterday».
Canción para Mariano Ferreyra
Una agrupación política, en la que no militábamos aunque simpatizábamos, nos invitó a cantar en un festival homenaje. Fuimos de los pocxs que asistieron a todas las reuniones previas para la organización del mismo. Decidimos componer esta canción especialmente. Les enviamos la grabación y dejaron de contestar nuestros correos, hasta que finalmente nos dijeron que no estaban de acuerdo con la parte de la letra que decía «No hay diferencias ni partidos en esta canción». Y nos desinvitaron. A la distancia, creo que yo mismo hubiera estado en desacuerdo con la frase que dice «Tan sólo hay un militante que murió producto de la represión a un ideal» y es que ese «tan solo» suena minimizador, y aunque jamás fue esa mi idea hubiera comprendido más una crítica en ese sentido que en una fundada en nuestra amplitud no partidista para con la causa. El 24 de marzo de 2022 la cantamos en vivo por primera vez, ocurrió en Santiago de Compostela, Galicia.
Todos los perros
Murió mamá, murió papá y murió el perrito. Hoy es nuestro caballito de batalla, la cantamos tantas veces que ya ni la ensayamos. Hace poco, Mariela Chintalo nos regaló un arreglito hermoso para el final, que aún no hemos estrenado ¡En cualquier momento la regrabaremos!
Lira Lá (Luces)
El paréntesis «Luces» tiene que ver con que esta canción ya la había grabado antes, con ese otro nombre, con otra letra, y la había metido en la primera edición física del disco Alebrijes, un CD demasiado extenso que años mas tarde recorté quitando algunas canciones que me pareció no habían sido bien interpretadas, y una fue esta. La compuse en la adolescencia y desde entonces tuvo varias letras más. Salgán De-Lío Concept: la música la grabamos Mariano Calabró y yo en directo, juntos en el estudio, sin metrónomo. Él guitarra, yo piano, nos miramos para los silencios y no habremos hecho más de 2 tomas. El piano final es un homenaje a A Day In The Life de los Beatles.
San Francisco y el Lobo
Aunque no me lo dijo, creo que Mariano Roveta jamás me perdonará haberle agregado instrumentos a la parte instrumental del final. Sí me dijo que, si le hubiera dicho de antemano, la habría grabado con metrónomo. Mi error no fue no avisarle… la verdad es que ni yo sabía que iba a hacer eso. Fue un impulso, una capa de homogeneidad acorde al resto del material. Estaba muy perfecto el tema si yo no metía mano, me parece que quedó bien. Si no me equivoco, la tarde en que estábamos grabando este tema, nos enteramos del fallecimiento de Luis Alberto Spinetta. Nos quedamos helados. Mudos, quietos. Bajé a comprar cigarrillos y en la radio del quiosco sonaba reggetón, fue muy triste.
I will survive
Un experimento total. Por esos días había venido Dana Montes a grabar esta canción, con una pista que trajo. Cuando vino Noe, a conocer el estudio, me comentó que solía cantar en inglés, y se la hice grabar con aquella pista. Me gustó mucho el resultado, aunque no podía usar la pista de otro, así que borré la pista y la regrabé yo mismo, con un estilo bastante diferente, «más soul onda Lennon» (en palabras de la mismísima Dana). Advertí similitudes con Resistiré y me metí a cantarlo. Luego ya fui armando todo como un collage, así apareció el mar y toda serie de instrumentitos entrando y saliendo. Se la envié a Noe por Messenger y me contestó «me gusta como suenan nuestras voces juntas».
Otro año que se va
El último tema que grabamos, literalmente, hasta nuestro regreso con In The City en 2022, aunque por el medio llegamos a esbozar medio demo (maqueta) de otra canción que no puedo nombrar porque aún no la registré en derechos de autor. Otro año… es un homenaje a los Beatles en sí misma: tiene citas a Strowerry Fields, Imagine y Sargent Pepper’s. Hicimos una linda versión en directo en el concierto que dimos en La Dama de Bolini.
Los libros de la buena memoria
La noche siguiente a I Will Survive. Antes que Desalma, esta habría sido la primera canción grabada enteramente sólo por Noe, en directo, guitarra y voz al mismo tiempo. Pero una noche años más tarde, luego de varios Fernet con cola, se me ocurrieron mil ideas para arruinarla un poco. Otra vez, era demasiado perfecta sin mi intervención y no iba a encajar en el disco a menos que le metiera como mínimo una orquesta sinfónica. Así fue.
Conclusiones
Fueron años agitados, aquellos y los que siguieron: llegué a ofrecerme como bajista en un grupo de hard-rock y hasta aguanté unos cuantos ensayos en una sala underground frente al restaurante Edelweiss. No tenía el foco muy bien definido, no me había gustado el resultado de Concierto a Domicilio y necesitaba abandonar un poco mi «carrera» (o caminata) solista. A mi pesar, los solistas no se disuelven. Yo no quería cantar más: quería formar parte de algo más grande. No quería componer. No quería hacer lo que siempre había hecho. Y aunque metí casi todos los instrumentos, nadie podría decir que este es un disco mío solista. Si bien, ningún disco mío suena igual al anterior, este ni siquiera suena a mí: toda su fisionomía es la de una banda nueva. Algún día me gustaría tocarlo con más músicos, y lograr algo parecido a lo que se escucha. Hacer un Dúo Desalma con banda, que siga siendo Dúo Desalma, que no se zarpe en electricidad. Y me gustaría que grabemos un disco entero hecho y derecho, preproducido por ambos de principio a fin, construido a conciencia. Lo vamos a hacer, seguro, y seguro tenga más cosas en inglés e incorpore el folklore. Hace falta tiempo, aunque vivimos juntos, así que algún hueco en la agenda vamos a encontrar.